En la semana del Orgullo Gay, decidí cambiar la manera de disfrutar esta fiesta casi cívica en Madrid. En vez de ir a la gran vía a ver el desfile, como lo he venido haciendo hace 3 años, decidí irme al concierto de Ricky Martín. Despúes de todos los conciertos rockeros, grungeros, y hasta metaleros que he ido, me vino bien ir y transportarme 10 años en el tiempo y escuchar maría, la copa de la vida y hasta "juego de ajedrez". Nunca he sido muy seguidora de su música, pero entre el veranito, el ambiente, y los recuerdos que me traía su música, la pase muy bien. Soy una activista perpetúa a favor del respeto y los derechos de los homosexuales, al ir a este concierto y el mensaje que daba en todo momento por medio de los videos que proyectaban en los descansos, me senti más comprometida con seguir abogando por la libertad, los derechos, y el respeto por las personas y sus elecciones. Ricky Martín rocks!
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