Después de varios años, el reencuentro fue posible. Luismi y yo nos volvimos encontrar en otra parte del mundo.
Como sabrán soy una adicta a los conciertos, todo me gusta vivirlo en primera persona, y en mi listado de artistas, puedo decir que Luis Miguel es uno de los pocos artistas que puede llegar tarde (30 minutos) sin recibir ningún abucheo. Madrid ama a este hombre.
Los años no pasan en vano, los saltos acróbatas ya no existían, quizás por eso es no cantó "será que no me amas", pero el sol de México no me decepcionó.
Vestido de negro impoluto, nitido, perfecto como siempre, se presentó con un Palacio de los Deportes a tope, 15,000 almas entregadas a su música. Fue un momento "retro", que me acorde de toda mi niñez.
Violé toda seguridad, y mi cámara ingresó al recital. Les adjunto algunas fotitos para que se teletransporten.
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